Alexia muere al dar a luz a su segunda hija. Mara, de apenas cinco años, espera a que su madre y su hermanita vuelvan del hospital, pero encuentra a todos tristes. No entiende por qué: le dijeron que su mamá se convirtió en ángel, y ella puede verla.
La pequeña crecerá acompañada no solo por su guardiana que la protege desde los sueños, sino también por su padre Alejandro y por Zina, la querida cocinera de la familia. Pero, además, se verá enfrentada a una nueva integrante que irrumpirá en la armonía de la casa.
En este viaje conocerá la música, su futura vocación, y el amor, que le dará una nueva melodía a su vida.